Los conflictos son inevitables, pero no tienen que ser destructivos. Desde las pequeñas fricciones del día a día hasta los desacuerdos más profundos, todas estas situaciones son oportunidades para crecer, aprender y fortalecer nuestras relaciones. Sin embargo, manejar un conflicto de manera efectiva no siempre es fácil.
¿Te has sentido alguna vez atrapado en una discusión sin salida? ¿Has preferido callar para evitar problemas, solo para sentirte insatisfecho después? O, quizá, ¿has experimentado una tensión que no lleva a ningún resultado positivo?
Si te identificas con estas situaciones, ¡tenemos algo para ti!
Taller de manejo de conflictos Un espacio pensado para ayudarte a comprender mejor qué son los conflictos, cómo influyen en nuestra vida y, sobre todo, cómo abordarlos de forma más saludable y efectiva.
¿Cuándo? Jueves 28 de noviembre, de 16:00 h. a 17:30 h.
¿Dónde? En el Servicio de Atención Psicológica Cardenal Cisneros (SAPsi-CUCC).
¿Qué aprenderás? Herramientas y estrategias prácticas para transformar los problemas en oportunidades de crecimiento personal y colectivo. Manejar los conflictos de manera asertiva no solo mejora nuestras relaciones, sino que también nos permite sentirnos más seguros y satisfechos.
¡La inscripción es gratuita! Reserva tu plaza a través del siguiente enlace: Formulario de inscripción
¡Ven y únete a nosotros! Conviértete en un constructor de puentes y aprende a navegar los conflictos con confianza y empatía.
Con motivo del Día de la Salud Mental 2024, que se celebra el 10 de octubre, la OMS y otras entidades asociadas han decidido subrayar el vínculo esencial que existe entre la salud mental y el ámbito laboral. Atendiendo a la Organización Mundial de la Salud, “los lugares de trabajo seguros y saludables ayudan a proteger la salud mental, mientras que las condiciones poco saludables, la estigmatización, la discriminación y la exposición a riesgos como el acoso y otras condiciones de trabajo deficientes son riesgos importantes que afectan a la salud mental y la calidad de vida en general y, en consecuencia, a la participación y la productividad en el trabajo”.
Las universidades son espacios de trabajo y de estudio. En uno de los últimos estudios realizados sobre este tema: “La salud mental en el estudiantado de las universidades españolas”, se ha encontrado que aproximadamente el 50% de los estudiantes manifiestan síntomas depresivos y un porcentaje similar se da con los síntomas relacionados con la ansiedad moderada o grave (Ministerio de Universidades y Ministerio de Sanidad, 2022).
Las universidades, conscientes de estos datos, diseñan y promueven medidas para favorecer el cuidado del bienestar de estudiantes y profesionales. El 75,68% de las universidades ofrece recursos de apoyo a la salud mental según recoge Fundación Conocimiento y Desarrollo. También conviene prestar especial atención a la población infanto-juvenil. La OMS estima que aproximadamente el 20 por ciento de los niños y adolescentes del mundo tiene trastornos mentales. Según los resultados de un metaanálisis realizado en 2021 con más de 190 estudios, más de la mitad de los trastornos de la salud mental se manifiestan antes de los 14 años y casi un 70%, antes de los 18 años[1]. (Consejo General de la Psicología en España, 2022).
En palabras de Montse Giménez, Coordinadora del SAPsi-CUCC, “Cuidar la Salud Mental implica aceptar que somos vulnerables, sin miedo a reconocerlo ante los demás y sin victimismos, aprovechando ese paso para hacer pequeños o grandes cambios que nos ayuden a sentirnos mejor”. El Día de la Salud Mental nos permite sensibilizarnos ante una realidad: todos podemos pasar por dificultades mentales en algún momento de nuestra vida. Como sociedad debemos promover la no estigmatización de los problemas psicológicos de modo que las personas que se vean en dificultades puedan sentirse más seguras para buscar la ayuda que necesitan.
El Programa de Promoción del Bienestar Emocional contempla 10 sesiones semanales que se desarrollarán de octubre a diciembre y está centrado en abordar las dificultades emocionales que están en la base de trastornos psicológicos, como la depresión -se estima que casi 3 millones de personas sufren depresión en nuestro país- y la ansiedad.
Para aquellas personas que necesiten hacer frente a otro tipo de sintomatología o deseen avanzar en su desarrollo personal, el SAPsi-CUCC ofrece terapia individual. Durante el mes de octubre y noviembre, contamos con la posibilidad de una valoración inicial gratuita en horario de mañana o tarde que puede solicitarse a través del correo electrónico de este Servicio. En cuanto a las condiciones generales, para la terapia individual, los estudiantes y personal del Centro Universitario Cardenal Cisneros y de la Universidad de Alcalá cuentan con una tarifa especial.
Este servicio se enmarca en el compromiso de la universidad con el cuidado de la salud mental de la comunidad académica recogida en la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU, abril 2023) y se concreta en diferentes acciones dirigidas a velar por la salud emocional y el fomento del bienestar en nuestros centros.
Campaña informativa en la Universidad de Alcalá
Cabe también destacar que, a lo largo del mes de octubre y en colaboración con el Gabinete de Orientación Psicopedagógica de la Universidad de Alcalá, el SAPsi-CUCC tiene previsto hacerse presente en diferentes facultades de la UAH para contribuir a la sensibilización del cuidado de la Salud Mental con el lema “Estás a un paso” y presentar las diferentes actividades a los estudiantes, los días 14, 16 y 17 de octubre del presente año.
La Asamblea General de la ONU decretó en la resolución 66/281 de 2012 que el 20 de marzo se celebrase el Día Internacional de la felicidad para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno. La resolución reconoce además la necesidad de que se aplique al crecimiento económico un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado, que promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos [1].
En el último informe anual que elabora la ONU (2023) con el objetivo de cuantificar la felicidad (World Happiness Report), se insiste una vez más en la necesidad de tener en cuenta la felicidad de los grupos humanos para promover políticas sociales que actúen contra las situaciones que conllevan pobreza, marginación y violencia y garantizar así la felicidad de generaciones futuras.
Dentro del informe, se incluye el ranking de felicidad por países. Los primeros lugares, los ocupan Finlandia (una media de 7.8), Dinamarca (7.6) e Islandia (7.5) y en los tres últimos puestos, encontramos Sierra Leona (3,1), Líbano (2,4) y Afganistán (1,8). España ocupa el 32º (de un total de 137 países y con una medida de felicidad de 6.4).
¿Cómo miden la felicidad? La Encuesta Mundial Gallup, que sigue siendo la principal fuente de datos de este informe, pide a los encuestados que evalúen su vida actual en su conjunto utilizando la imagen de una escalera (escalera de Cantril), con la mejor vida posible para ellos como un 10 y la peor posible como un 0. Normalmente, se recopilan alrededor de 1.000 respuestas anualmente para cada país [2]. Se utilizan seis variables clave: PIB per cápita, apoyo social, esperanza de vida saludable, libertad para tomar decisiones de vida, generosidad y ausencia de corrupción.
¿Te atreves a medir tu felicidad?
Responde a las siguientes preguntas a través de este FORMULARIO.
Si estuvieras en problemas,
¿Tienes familiares o amigos con quienes puedas contar para que te ayuden siempre que lo necesites?
¿Los necesitas o no?
¿Estás satisfecho o insatisfecho con tu libertad para elegir lo que haces con tu vida?
¿Has donado dinero a una organización benéfica durante el último mes?
¿Sonreíste o te reíste a lo largo del día de ayer?
¿Experimentaste alegría a lo largo del día de ayer?
¿Experimentaste preocupación a lo largo del día de ayer?
¿Experimentaste ira o enfado a lo largo del día de ayer?
¿Experimentaste tristeza a lo largo del día de ayer?
¿Aprendiste algo interesante ayer?
Respuesta: Las emociones positivas son más del doble de frecuentes (promedio global de 0,66) que las emociones negativas (promedio global de 0,29), incluso durante los tres años de COVID 2020-2022.
La importancia del altruismo
Cabe destacar la importancia que el informe da al hecho de “hacer el bien” para “sentirse bien”. Somos altruistas cuando hacemos algo o dedicamos nuestro tiempo a alguien, sin esperar nada a cambio. Los datos del informe vuelven a confirmar la relación positiva entre felicidad y el comportamiento altruista (donar dinero o sangre, ser voluntario/a en alguna asociación…) y constatan el aumento de la benevolencia en todo el mundo: los actos prosociales son un 25% más frecuentes que antes de la pandemia. Y además, eso nos hace más felices.
Montse Giménez Hernández Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros
[1] Declaración de la ONU. https://www.un.org/es/observances/happiness-day [2] https://worldhappiness.report/ed/2023/world-happiness-trust-and-social-connections-in-times-of-crisis/#ranking-of-happiness-2020-2022
Las relaciones humanas están influenciadas por una compleja red de emociones, experiencias pasadas y expectativas. Sin embargo, en ocasiones, esta conexión puede volverse problemática, dando lugar a lo que se conoce como dependencia emocional la cual puede manifestarse en diversos ámbitos, desde la amistad hasta las relaciones familiares, de pareja o laborales. Explorar la naturaleza de la dependencia emocional y su efecto en todas estas áreas es fundamental para comprender mejor cómo podemos establecer vínculos saludables y satisfactorios.
¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia emocional se caracteriza por una necesidad excesiva de afecto, atención y aprobación por parte de los demás. Quienes la experimentan tienden a basar su propio bienestar y autoestima en las opiniones y acciones de quienes les rodean. Esta necesidad puede manifestarse de diversas formas, desde la incapacidad para tomar decisiones sin la aprobación de otros hasta la tolerancia de comportamientos dañinos por miedo a perder la relación.
En el contexto de las relaciones de pareja, la dependencia emocional puede generar dinámicas tóxicas en las que uno de los miembros asume un papel dominante mientras que el otro se somete a sus deseos y necesidades. Esta desigualdad de poder puede dar lugar a relaciones desequilibradas y poco saludables, en las que la autoestima y la capacidad de tomar decisiones de la persona dependiente se ven afectadas.
Sin embargo, como ya hemos mencionado, la dependencia emocional no se limita únicamente a las relaciones románticas. Puede darse también entre amigos o entre adultos que siguen dependiendo afectivamente de sus padres para dirigir su propia vida.
Dependemos sin darnos cuenta
Uno de los principales desafíos en este sentido es que puede ser difícil de detectar, tanto para la persona que la experimenta como para quienes le rodean. A menudo, las personas dependientes emocionalmente pueden creer que están mostrando amor y devoción hacia sus seres queridos, cuando en realidad están sacrificando su propia felicidad y bienestar en aras de mantener la relación. Del mismo modo, quienes están en una posición de poder pueden no darse cuenta de la influencia que tienen sobre la persona dependiente, llegando incluso a perpetuar esta dinámica sin ser conscientes de ello.
Para mejorar este tipo de relaciones es importante fomentar laautoestima y la independencia emocional, tanto a nivel individual como en el contexto de las relaciones. Esto puede implicar aprender a establecer límites saludables, desarrollar habilidades de comunicación asertiva y cultivar una red de apoyo social fuera de la relación dependiente.
Desarrollando relaciones sanas
Para aquellos que están en una posición de poder en una relación, ya sea como pareja, padre, madre, jefe o amigo, es fundamental ser consciente de la influencia que tienen sobre los demás y ejercerla de manera responsable. Esto implica fomentar la autonomía y la autoestima de la otra persona, en lugar de reforzar su dependencia.
En última instancia, desarrollar relaciones sanas requiere un compromiso continuo con el crecimiento personal y el establecimiento de vínculos más saludables y equilibrados. Esto puede implicar enfrentarse a miedos e inseguridades, establecer límites claros y aprender a querer y respetarse a uno/a mismo/a de manera incondicional.
Para avanzar hacia la interdependencia y evitar extremos, es importante seguir estas pautas:
Practica la escucha activa y comprensiva sin juzgar.
Cultiva la empatía para comprender diferentes perspectivas.
Trabaja en equipo y coopera para alcanzar metas compartidas.
Comunícate de manera clara y efectiva para prevenir malentendidos.
Asume la responsabilidad de tus acciones y decisiones.
Sé flexible y dispuesto/a a comprometerte en momentos difíciles.
Resuelve conflictos de manera constructiva y pacífica.
Fomenta en entorno de confianza y respeto.
Si te has sentido identificado/a, es importante que tengas en cuenta que existen recursos que pueden ayudarte a mejorar y a disfrutar de relaciones sanas, a continuación, te dejamos algunos de ellos:
Taller sobre relaciones respetuosas, organizado por el SAPsi-CUCC para los días 20 de marzo y 17 de abril. Puedes inscribirte en el siguiente enlace https://forms.office.com/e/nXViPDSFYh
Homenaje al patrón de la Psicología, Juan Huarte de San Juan
En el año 1983, los decanos de las Facultades de Psicología eligieron a Juan Huarte de San Juan como Patrón de la Psicología en España. Su celebración coincide con la fecha de la publicación de su obra “Examen de Ingenios para las Ciencias“, el 23 de febrero.
Para celebrarlo, el Centro Universitario Cardenal Cisneros impartirá la Jornada autocuidado para psicólogos/as, organizada en colaboración con los estudiantes de 2º curso de Grado en Psicología.
Programa de la Jornada
Las jornadas se enmarcan en la importancia del cuidado de los profesionales de la psicología como agentes que ayudan y acompañan a otros en sus procesos de cambio y de mejora de la salud mental. Y es que, aunque los psicólogos/as conozcan las estrategias y herramientas, el agotamiento y el desgaste emocional asociado a su trabajo pueden dificultar el poder llevarlas a cabo. Con el fin de prestar atención a esas señales y conocer cómo afrontarlas, contaremos con la experiencia y el conocimiento de reconocidas terapeutas. La jornada está dirigida a todos los estudiantes del Grado en Psicología, del Máster Universitario en Psicología General Sanitaria, a profesionales interesados en el autocuidado y a cualquier persona que quiera conocer más sobre el bienestar y la salud.
Fecha: 26 de febrero de 2024. Salón de Actos del Centro Universitario Cardenal Cisneros
Juan Huarte de San Juan, médico y filósofo español
La obra de Juan Huarte de San Juan tuvo un amplio reconocimiento en España y en toda Europa, por su manera de abordar la personalidad humana y mostrar la conexión entre los fenómenos psíquicos y la Fisiología. Juan Huarte, en su obra “Examen de Ingenios para las Ciencias“ (1575), planteó que la razón, el juicio y el entendimiento (asociadas al alma), no eran de naturaleza espiritual, sino que podían concretarse en aspectos fisiobiológicos, permitiendo así su estudio e incluso su modificación. Su obra pretendía demostrar la relación entre la forma del cerebro y el tipo de inteligencia. Su impacto ha contribuido al desarrollo de otras disciplinas además de la Psicología, destacando la neurología y la pedagogía, ya que entendía que era necesario conocer los tipos de ingenios para educar a las personas, adaptando las enseñanzas a las características individuales. Algunos de los tipos de ingenio propuestos por Juan Huarte son: agudo (personas rápidas en resolver problemas), perspicaz (personas observadoras y analíticas), prudente (persona que toma las decisiones con cuidado y consideración), linfático (asociado a calma y serenidad), colérico (asociado a pasión e intensidad) y flemático (personas imperturbables y que expresan poca emoción).
Valoraba la necesidad de atender, entre otras, la alimentación y la educación para contribuir al crecimiento y desarrollo de las personas.
Su visión iba en contra de los principios religiosos de su época, llegando incluso a ser prohibida por la Inquisición por su conceptualización del alma humana.
La investigación ha demostrado que tener buenos amigos es un buen predictor de salud y de bienestar, tanto físico como emocional. Una experiencia de “amistad verdadera” es reconocida por la mayoría de las personas como algo realmente valioso, incluso más que otro tipo de relaciones significativas (familiares o de pareja) y en todo el mundo, se identifica como el factor que más felices nos hace.
Hoy vamos a conceptualizar la amistad de una manera muy práctica y cuantitativa.
¿Cuánto tiempo se necesita para hacer un amigo?
Si comparas el tiempo que pasas viendo la tele o similar, posiblemente sea algo mayor que el que pasas con personas. Los amigos no surgen de la nada, así que, si quieres tener un amigo (y mantener los que ya tienes), deberás dedicarle tiempo, dar prioridad a las relaciones humanas por encima de otras actividades. Sin duda, es una buena inversión.
En la revisión llevada a cabo por Hall (2019), se constata que el desarrollo de la amistad puede surgir con bastante rapidez, entre 3 y 9 semanas después de conocerse. Ahora bien, el paso del tiempo no va a ser suficiente; de hecho, es posible que conozcas desde hace años a alguien y no seáis amigos y sí surja la amistad con alguien que acabas de conocer. En el estudio que llevó a cabo con 429 participantes a los que preguntó cuánto tiempo habían pasado con un amigo en la última semana y en una semana típica, constató que las buenas amistades comienzan a surgir después de las 140 horas y que las mejores amistades necesitan más de 300 horas de tiempo invertidas.
¿Y qué hacemos con el tiempo?
Obviamente, la forma en la que se emplea ese tiempo es igualmente importante. Sabemos, por ejemplo, que las relaciones con compañeros de trabajo son mucho menos duraderas en comparación con otras relaciones (Mollenhorst et al, 2014).
Para las autoras Oswald y Kelly (2014) existen cuatro conductas clave que permiten mantener y consolidar una amistad: positividad, apoyo, apertura e interacción. La positividad englobaría conductas que hacen que la relación sea gratificante, agradable e incluso divertida; el apoyo implicaría conductas que demuestran que podemos contar el uno con el otro, especialmente en los momentos difíciles; la apertura estaría relacionada con la intimidad (contar al otro cosas importantes e íntimas) y la interacción se refiere a conductas en las que hacemos cosas juntos.
¿Cuántos amigos se pueden tener?
En relación con el número de amigos que podemos tener, merece la pena comentar el trabajo de Dunbar (1996, 2010) y su Hipótesis del Cerebro Social. Según este autor, existe un límite en el número de amigos que una persona puede tener que está asociado al tamaño del volumen de nuestra neocorteza cerebral. En su modelo, el concepto de amistad es más amplio y hace referencia al número de personas con las que podemos tener una relación más o menos íntima o cercana. Parece ser que nuestra neocorteza solo puede reconocer hasta 150 “amistades”, atendiendo a su capacidad para reconocer a la otra persona como un individuo único, recordar información sobre ella y de las interacciones que hemos mantenido previamente, así como comprender cómo están asociadas con otras personas. En la siguiente gráfica podemos ver cómo se distribuyen estas 150 personas según el nivel de intimidad con ellas.
En conclusión, parece ser que el tiempo y nuestra propia capacidad son determinantes a la hora de hacer nuevos amigos y/o consolidar las viejas amistades o las que acabamos de iniciar. Puesto que estamos limitados en estas dos variables, merecerá la pena encontrar relaciones positivas a las que dedicar todo nuestro esfuerzo. Recuerda que mantener y cuidar a los/as amigos/as es una de las cosas más importantes que podemos hacer en la vida.
Montse Giménez Hernández Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros
Bibliografía:
Dunbar, R. (2010). How Many Friends Does One Person Need?: Dunbar’s Number and Other Evolutionary Quirks, Cambridge, MA and London, England: Harvard University Press, doi.org/10.4159/9780674059320
Hall, J. (2019). How many hours does it take to make a friend?. Journal of Social and Personal Relationships, 36 (4), 1278-1296
Mollenhorst G., Volker B., y Flap H. (2014). Changes in personal relationships: How social contexts affect the emergence and discontinuation of relationships. Social Networks, 37, 65–80. doi:10.1016/j.socnet.2013.12.003
Oswald, D.L. y Kelly, C (2014). Friendship Maintenance: an análisis of individual and dyad behaviors. Journal of Social and Clinical Psychology, 23 (3), 413-441.
El 13 de enero se celebra el Día Mundial de la lucha contra la depresión, un problema que se estima afecta al 5% de los adultos de la población mundial, es decir, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión (OMS, 2023).
¿Qué es la depresión?
La depresión se asocia con la tristeza, la poca energía y la pérdida de placer o de interés por las actividades cotidianas e incluso, por las que antes resultaban agradables.
En cuanto al porqué, la depresión no puede explicarse con una única causa, ni hay un motivo que provoque siempre que una persona se deprima. Incluso situaciones muy adversas, como haber perdido tu casa en un terremoto, no conlleva necesariamente síntomas depresivos.
Sentirse triste durante algún momento del día o un período breve de tiempo, es algo completamente normal y adaptativo. La tristeza nos ayuda a bajar nuestro ritmo de actividad para pararnos a ver cómo van las cosas y valorar qué cambios podemos hacer para sentirnos mejor. También es normal que disminuya nuestro estado de ánimo si estamos pasando por un mal momento, tenemos una enfermedad grave o acabamos de perder a un ser querido.
Afrontar la depresión
El problema surge cuando ese estado de apatía y tristeza se prolonga en el tiempo y empieza a afectar a nuestros estudios/trabajo, a las relaciones con los demás o al tiempo de ocio y disfrute (como si ya nada nos pareciera interesante o no tuviéramos fuerzas). La desesperanza es otro de los síntomas característicos: cuando estamos deprimidos no le vemos sentido a lo que hacemos, le dejamos de dar valor a lo que somos y aportamos, como si nada en el mundo mereciera la pena. En ese momento, hay que dar un paso y buscar la ayuda de un profesional.
En este sentido, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado su eficacia en la superación de la depresión.
Prevención
También es importante que aprendamos a cuidarnos y a cuidar a otros, pues la prevención sigue siendo la mejor estrategia para luchar contra la depresión. Tanto si es para ti o para las personas que conoces o están a tu cargo (tus hijos, tu pareja, tus compañeros de trabajo…), te ofrecemos las siguientes pautas que contribuyen a mejorar tu estado de ánimo:
Mantente activo/a. Es importante hacer cosas, incorporando actividades que te gusten y te hagan sentir bien.
Cuida tu salud con una buena alimentación e incorpora ejercicio físico a tu rutina.
Aprende a resolver los problemas de una forma asertiva y a manejar el estrés (relajación, la actividad física, la meditación)
Fortalece tus relaciones con los demás. Contar con apoyo social es clave en el bienestar de las personas.
Ahora bien, no somos los únicos responsables de nuestro bienestar. Necesitamos de unas condiciones de vida que nos permitan desarrollarnos plenamente. Por eso, la sociedad debe seguir favoreciendo medidas que cuiden a las personas y que garanticen unas condiciones dignas de vida. Es mucho más fácil estar bien cuando nuestras necesidades están cubiertas.
Entender la depresión
Si no has experimentado una tristeza profunda, quizás te cueste entender a ese amigo o familiar que, sin motivo aparente, no encuentra sentido a su vida ni tiene ganas de hacer nada o se pasa el día llorando a pesar de “tener” todo lo que necesita. Ha llegado a un fondo del que siente no poder salir y no será fácil poder hacerlo solo/a. Hay que dar el paso y recurrir a profesionales que puedan ayudarnos.
Montse Giménez Hernández Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros
Estamos llegando al final del primer cuatrimestre de este curso e inevitablemente cada vez está más cerca el período de exámenes. Ha llegado el momento de poner al día apuntes, leer manuales y organizar el tiempo de estudio, pero ¿es esto suficiente para alcanzar el éxito?
Desde el Servicio de Atención Psicológica del Centro Universitario Cardenal Cisneros te ofrecemos 8 consejos para ayudarte a enfrentarte a los exámenes con confianza y seguridad:
Gestión del Estrés. La ansiedad previa a un examen es común, pero aprender a gestionarla es crucial. Practicar técnicas de respiración profunda, meditación y ejercicio físico puede reducir los niveles de estrés. Establecer rutinas de estudio regulares y tomar breves descansos evita la saturación mental.
Establecer Metas Realistas. Fijar metas alcanzables es clave. Establecer objetivos realistas ayuda a evitar la desmotivación y el agotamiento. Dividir el material de estudio en secciones manejables permite un enfoque más efectivo y mejora la retención de información.
Técnicas de Memorización. La repetición espaciada y la asociación de conceptos facilitan la memorización. Utilizar mapas conceptuales, resúmenes y mnemotecnia puede hacer que el proceso de estudio sea más efectivo y agradable.
Visualización Positiva. Imaginar el éxito puede influir positivamente en el rendimiento. Antes del examen, tómate unos minutos para visualizarte respondiendo preguntas con confianza y precisión. Esto fortalece la autoestima y reduce la ansiedad.
Manejo del Tiempo. La gestión del tiempo es esencial para evitar la sensación de abrumo. Establecer un horario de estudio equilibrado y respetarlo permite una distribución adecuada del esfuerzo. Evitar la procrastinación es clave para mantener la productividad y reducir el estrés de última hora.
Compartir con Otros Estudiantes. El apoyo social es fundamental. Compartir experiencias y conocimientos con compañeros de estudio puede proporcionar perspectivas únicas y generar un ambiente de apoyo mutuo. La sensación de pertenencia a un grupo puede reducir la soledad y aumentar la motivación.
Aprender de los Errores. Los errores son oportunidades de crecimiento. Analizar los errores en exámenes anteriores permite identificar áreas de mejora y perfeccionar estrategias de estudio. La autocompasión es esencial para mantener una mentalidad positiva.
Cuidado Personal. No se puede subestimar la importancia del bienestar general. Mantener una buena dieta, dormir lo suficiente y dedicar tiempo a actividades recreativas son fundamentales para el rendimiento académico. El equilibrio entre el estudio y el descanso optimiza el funcionamiento cognitivo.
En conclusión, la preparación psicológica es una parte integral del proceso de estudio universitario. Adoptar estrategias que fortalezcan la resistencia, gestionen el estrés y fomenten el bienestar general puede marcar la diferencia en el rendimiento académico. Por eso, si eres estudiante, cultiva una mentalidad positiva que te permitan afrontar los exámenes con confianza y determinación.
Al igual que preguntamos a los seguidores de la cuenta de Instagram del SAPsi sobre las películas que les hacía sentir bien, en este caso hicimos lo mismo sobre sus “claves” para afrontar los exámenes y estas fueron algunas de las respuestas:
¡Ahora es el momento de poner todo esto en práctica! ¡Suerte con tus exámenes!
María Cordero Cid Coordinadora de Formación y Supervisión Clínica del SAPsi. Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros.
Si tienes dificultades para aceptar la adversidad, si no logras lo que deseas y te cuesta aceptarlo, si quieres conseguirlo todo ya y eres incapaz de esperar, si te enfadas con todos y con todo cuando no consigues lo que quieres… es posible que tengas un problema de tolerancia a la frustración.
¡Yo me lo merezco!
Debemos tener claro que por mucho que nos esforcemos o por mucho que nos lo merezcamos, en la vida no siempre conseguimos lo que deseamos.
Aceptar que nos pueden decir que no (y, a veces, nos deben decir que no), que no nos van a coger para ese puesto de trabajo o para salir en Masterchef, o que alguien que conoces no quiere salir contigo, se convierte en algo imprescindible si queremos mantener unos niveles adecuados de satisfacción con la vida y con nosotros mismos.
En muchas ocasiones, lo queremos todo y lo queremos ya. Sentimos que tenemos derecho a recibir continuamente, a ser los primeros, a no tener que esperar e incluso, a enfadarnos de forma incontrolada cuando esto no sucede así.
En esta dinámica en la que los hechos cotidianos se convierten en fuente de estrés continua y mantenida, es normal que surja la frustración. Y es que, por más que te pese, la vida no es lo que tú quieres.
Lo peor de todo es que esta frustración constante puede generarte problemas en tu salud física y psicológica, dificultades en tus relaciones sociales, en tu rendimiento profesional y académico, etc.
Así que ya sabes:
Acepta el NO. De verdad: los demás no van en contra tuya. Hay normas que te impiden aparcar donde tú quieres, un número determinado de concursantes para Masterchef y personas que no están enamoradas de ti (y otras que sí).
Relativiza las situaciones. Es importante que no conviertas cualquier situación en una fuente de estrés. Da el justo valor a cada situación que vives.
Evita el victimismo. A los demás también les dicen que no, tienen que cumplir normas y no consiguen lo que quieren.
Controla tus emociones. Poco a poco, aprende identificar tus emociones cuando las cosas no van como tú quieres: ira, tristeza, enfado… Ponles nombre, acepta lo que sientes, dale un significado adaptativo.
Retrasa la gratificación. No esperes conseguir ya, aquí y ahora, lo que necesita tiempo o esfuerzo.
Fomenta una actitud positiva y optimista ante los cambios: convierte la dificultad en una oportunidad para superarte, hacer nuevos amigos o descubrir otros intereses.
Acepta que la vida tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas.
El cine nos ofrece la posibilidad de adentrarnos en otros mundos y en otras vidas; experimentar miedo o alegría; conocer, en profundidad, las emociones, motivaciones y pensamientos de otras personas, con las que podemos identificarnos o, simplemente adentrarnos en nuestra propia complejidad (o en la de otros).
Ninguno de nosotros podría experimentar, en su propia vida, todas las vidas que nos ofrece el cine.
La Psicología sabe mucho sobre emociones. Barbra Fredickson (1998, 2001), desde su Modelo de Ampliación y Construcción de Emociones Positivas, nos habla del poder de las emociones positivas y cómo estás nos permiten ampliar y abrirnos a nuevas posibilidades e ideas, mejorar nuestras relaciones sociales, contribuir a nuestra salud mental y física… Se va construyendo algo así como un “círculo virtuoso” en el que emociones positivas y conductas adaptativas, se refuerzan mutuamente con el fin de contribuir a nuestro bienestar y construir “reservas” que podremos utilizar en el caso de tener que hacer frente a alguna crisis. En este sentido, ¿puede tener el cine un impacto en la ampliación de nuestras emociones positivas?
El término “elevación” es especialmente interesante. Acuñado por Jonathan Haidt (2000), lo han utilizado después Ryan Niemic y Danny Wedding (2012) para relacionarlo con el cine, denominando a este fenómeno: “experiencia de elevación cinematográfica”.
¿En qué se traduce? En esa experiencia que nos proporciona una película cuando nos permite ser testigos de un acto bello (por valentía, humanidad o superación de alguno de los personajes), que nos motiva y produce cambios en nuestra propia forma de pensar ver la vida y que nos provoca algunas sensaciones físicas como opresión en el pecho, “hormigueo”o estremecimiento en la piel. En diversas investigaciones, Haidt y sus colaboradores encuentran que, además, las personas que experimentaban “elevación” manifestaban mayor deseo de ayudar a los demás o ser mejores, y a centrar más su atención hacia otras personas (2000).
¿Alguna vez te ha provocado una película alguna de estas reacciones?
Le hemos preguntado a nuestros estudiantes a través de nuestra cuenta de Instagram, qué película les hace sentir bien; así, sin más. No les hemos pedido que nos expliquen por qué. Ahora compartimos sus preferencias para seguir disfrutando de estas películas: descubrir si nos “elevan”, nos relajan, nos motivan, nos conectan…
Entre los ejemplos, destacan las películas animadas como “El viaje deArlo”, “Inside Out”, “Monstruos” o “Cars”, los musicales como “Mamma mía” o “The greatest showman”, o películas como “Intocables” y “En busca de la felicidad”. Las relaciones humanas que resaltan la amistad o el amor; los valores de superación, compañerismo o tolerancia y la provocación de emociones positivas como la alegría o el entusiasmo, podrían ser algunos de los elementos comunes que nos hacen sentirnos bien.
En resumen, merece la pena permitir que el cine nos ayude a fortalecer nuestras emociones positivas, de manera que podamos entendernos mejor a nosotros/as mismos/as y a los demás, fortalecer nuestras cualidades y disfrutar un poco más de la vida.
Montse Giménez Hernández Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros
Bibliografía:
Fortunato, I. y Swartz, G. (2019). Cinema, Psicología Positiva e resiliênce: uma revisão sistemática. Interfaces Científicas Humanas e Sociais, 8(2), 83-98.
Fredrickson, B. L. (1998). What good are positive emotions? Review of General Psychology, 2 (3), 300-319.
Fredrickson, B. L. (2003). The value of positive emotions. American Scientist, 91, 330-335
Haidt, J. (2000). The Positive emotion of elevation. Prevention & Treatment, 3(1), Article 3c.
Haidt, J. (2003). Elevation and the positive psychology of morality. En C. L. M. Keyes & J. Haidt (Eds.). Flourishing: Positive psychology and the life well-lived. Washington DC: American Psychological Association.
Niemic, R.M., y Wedding, D. (2012). Psicología Positiva dos Filmes: usando filmes para construir virtudes e características fortes. Barueri: Novo Século.
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