Día Mundial contra la depresión

Día Mundial contra la depresión

El 13 de enero se celebra el Día Mundial de la lucha contra la depresión, un problema que se estima afecta al 5% de los adultos de la población mundial, es decir, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión (OMS, 2023).

¿Qué es la depresión?

La depresión se asocia con la tristeza, la poca energía y la pérdida de placer o de interés por las actividades cotidianas e incluso, por las que antes resultaban agradables.

En cuanto al porqué, la depresión no puede explicarse con una única causa, ni hay un motivo que provoque siempre que una persona se deprima. Incluso situaciones muy adversas, como haber perdido tu casa en un terremoto, no conlleva necesariamente síntomas depresivos.

Sentirse triste durante algún momento del día o un período breve de tiempo, es algo completamente normal y adaptativo. La tristeza nos ayuda a bajar nuestro ritmo de actividad para pararnos a ver cómo van las cosas y valorar qué cambios podemos hacer para sentirnos mejor. También es normal que disminuya nuestro estado de ánimo si estamos pasando por un mal momento, tenemos una enfermedad grave o acabamos de perder a un ser querido.

Afrontar la depresión

El problema surge cuando ese estado de apatía y tristeza se prolonga en el tiempo y empieza a afectar a nuestros estudios/trabajo, a las relaciones con los demás o al tiempo de ocio y disfrute (como si ya nada nos pareciera interesante o no tuviéramos fuerzas). La desesperanza es otro de los síntomas característicos: cuando estamos deprimidos no le vemos sentido a lo que hacemos, le dejamos de dar valor a lo que somos y aportamos, como si nada en el mundo mereciera la pena. En ese momento, hay que dar un paso y buscar la ayuda de un profesional.

En este sentido, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado su eficacia en la superación de la depresión.

Prevención

También es importante que aprendamos a cuidarnos y a cuidar a otros, pues la prevención sigue siendo la mejor estrategia para luchar contra la depresión. Tanto si es para ti o para las personas que conoces o están a tu cargo (tus hijos, tu pareja, tus compañeros de trabajo…), te ofrecemos las siguientes pautas que contribuyen a mejorar tu estado de ánimo:

  • Mantente activo/a. Es importante hacer cosas, incorporando actividades que te gusten y te hagan sentir bien.
  • Cuida tu salud con una buena alimentación e incorpora ejercicio físico a tu rutina.
  • Aprende a resolver los problemas de una forma asertiva y a manejar el estrés (relajación, la actividad física, la meditación)
  • Fortalece tus relaciones con los demás. Contar con apoyo social es clave en el bienestar de las personas.

Ahora bien, no somos los únicos responsables de nuestro bienestar. Necesitamos de unas condiciones de vida que nos permitan desarrollarnos plenamente. Por eso, la sociedad debe seguir favoreciendo medidas que cuiden a las personas y que garanticen unas condiciones dignas de vida. Es mucho más fácil estar bien cuando nuestras necesidades están cubiertas.

Entender la depresión

Si no has experimentado una tristeza profunda, quizás te cueste entender a ese amigo o familiar que, sin motivo aparente, no encuentra sentido a su vida ni tiene ganas de hacer nada o se pasa el día llorando a pesar de “tener” todo lo que necesita. Ha llegado a un fondo del que siente no poder salir y no será fácil poder hacerlo solo/a. Hay que dar el paso y recurrir a profesionales que puedan ayudarnos.


Montse Giménez Hernández
Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros

Imagen de shurkin_son en Freepik

DEPRESIÓN POSTVACACIONAL

Manual para ¡no! superar la depresión postvacacional

Para muchas personas volver de vacaciones es sinónimo de tristeza. Quien no ha puesto el telenoticias de turno en estas fechas y ha visto el clásico reportaje acerca de la temida depresión postvacacional. De hecho, existen cientos de páginas y de artículos en internet en las que se detallan estrategias para superar síntomas como pueden ser:

Desánimo, dificultades para sentir, irritabilidad, alteraciones motivacionales, inhibición o deterioro de las relaciones  interpersonales, fatiga…

Este conjunto de conductas forman lo que se ha dado a conocer como depresión postvacacional, una patología no reconocida.

Pero, ¿qué es? ¿Cómo se produce? ¿Existe realmente?

A lo largo de nuestra vida, día a día vamos adquiriendo una serie de hábitos o rutinas que son funcionales, es decir, nos sirven para afrontar las tareas que tenemos por delante.

Cuando llega la época estival y nos vamos de vacaciones, se produce una ruptura con muchos de estos hábitos: salimos fuera de nuestro entorno, solemos acostarnos más tarde, comemos en otros horarios, incrementamos el número de actividades gratificantes y placenteras que solemos hacer… en definitiva, dejamos de hacer muchas de las tareas que hacemos por rutina y obligación durante el año, algo necesario para desconectar de forma temporal y las sustituimos por otras.

Mientras estamos de vacaciones, vamos adquiriendo otra serie de rutinas, que en muchos casos, nada tienen que ver con nuestros quehaceres habituales.

Una vez que volvemos, es necesario que se produzca una readaptación al contexto habitual. Tenemos que volver a “reaprender” todas esas rutinas que antes nos eran funcionales. Esto requiere un tiempo y un esfuerzo por nuestra parte. Por ello, es normal que durante 3 o 4 días sintamos algunos de las sensaciones descritas.

Lo habitual es que de forma “espontánea” este cambio se produzca. Sin embargo, podemos poner en marcha determinadas estrategias en formato de “Manual Antiterapéutico” para NO SUPERAR la “depresión postvacacional” mediante las que conseguiremos que estos síntomas nos acompañen una temporada:

Siguiendo estas pautas, nos aseguraremos niveles elevados de malestar. Afortunadamente, esto es reversible. En nuestra mano está superar estos síntomas y no esperar a que simplemente amaine el temporal.

Francisco Linares Carmona 
M-25972 

Servicio de Atención Psicológica del Centro Universitario Cardenal Cisneros (SAPsi-CUCC) 

Fuente: elaboración propia.

Imagen: Foto de Estée Janssens en Unsplash