el peligro de la dependencia emocional

El peligro de la dependencia emocional

Las relaciones humanas están influenciadas por una compleja red de emociones, experiencias pasadas y expectativas. Sin embargo, en ocasiones, esta conexión puede volverse problemática, dando lugar a lo que se conoce como dependencia emocional la cual puede manifestarse en diversos ámbitos, desde la amistad hasta las relaciones familiares, de pareja o laborales. Explorar la naturaleza de la dependencia emocional y su efecto en todas estas áreas es fundamental para comprender mejor cómo podemos establecer vínculos saludables y satisfactorios.

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional se caracteriza por una necesidad excesiva de afecto, atención y aprobación por parte de los demás. Quienes la experimentan tienden a basar su propio bienestar y autoestima en las opiniones y acciones de quienes les rodean. Esta necesidad puede manifestarse de diversas formas, desde la incapacidad para tomar decisiones sin la aprobación de otros hasta la tolerancia de comportamientos dañinos por miedo a perder la relación.

En el contexto de las relaciones de pareja, la dependencia emocional puede generar dinámicas tóxicas en las que uno de los miembros asume un papel dominante mientras que el otro se somete a sus deseos y necesidades. Esta desigualdad de poder puede dar lugar a relaciones desequilibradas y poco saludables, en las que la autoestima y la capacidad de tomar decisiones de la persona dependiente se ven afectadas.

Sin embargo, como ya hemos mencionado, la dependencia emocional no se limita únicamente a las relaciones románticas. Puede darse también entre amigos o entre adultos que siguen dependiendo afectivamente de sus padres para dirigir su propia vida.

Dependemos sin darnos cuenta

Uno de los principales desafíos en este sentido es que puede ser difícil de detectar, tanto para la persona que la experimenta como para quienes le rodean. A menudo, las personas dependientes emocionalmente pueden creer que están mostrando amor y devoción hacia sus seres queridos, cuando en realidad están sacrificando su propia felicidad y bienestar en aras de mantener la relación. Del mismo modo, quienes están en una posición de poder pueden no darse cuenta de la influencia que tienen sobre la persona dependiente, llegando incluso a perpetuar esta dinámica sin ser conscientes de ello.

Para mejorar este tipo de relaciones es importante fomentar la autoestima y la independencia emocional, tanto a nivel individual como en el contexto de las relaciones. Esto puede implicar aprender a establecer límites saludables, desarrollar habilidades de comunicación asertiva y cultivar una red de apoyo social fuera de la relación dependiente.

Desarrollando relaciones sanas

Para aquellos que están en una posición de poder en una relación, ya sea como pareja, padre, madre, jefe o amigo, es fundamental ser consciente de la influencia que tienen sobre los demás y ejercerla de manera responsable. Esto implica fomentar la autonomía y la autoestima de la otra persona, en lugar de reforzar su dependencia.

En última instancia, desarrollar relaciones sanas requiere un compromiso continuo con el crecimiento personal y el establecimiento de vínculos más saludables y equilibrados. Esto puede implicar enfrentarse a miedos e inseguridades, establecer límites claros y aprender a querer y respetarse a uno/a mismo/a de manera incondicional.

Para avanzar hacia la interdependencia y evitar extremos, es importante seguir estas pautas:

  • Practica la escucha activa y comprensiva sin juzgar.
  • Cultiva la empatía para comprender diferentes perspectivas.
  • Trabaja en equipo y coopera para alcanzar metas compartidas.
  • Comunícate de manera clara y efectiva para prevenir malentendidos.
  • Asume la responsabilidad de tus acciones y decisiones.
  • flexible y dispuesto/a a comprometerte en momentos difíciles.
  • Resuelve conflictos de manera constructiva y pacífica.
  • Fomenta en entorno de confianza y respeto.

Si te has sentido identificado/a, es importante que tengas en cuenta que existen recursos que pueden ayudarte a mejorar y a disfrutar de relaciones sanas, a continuación, te dejamos algunos de ellos:

  • Taller sobre relaciones respetuosas, organizado por el SAPsi-CUCC para los días 20 de marzo y 17 de abril. Puedes inscribirte en el siguiente enlace https://forms.office.com/e/nXViPDSFYh

María Cordero Cid
Coordinadora de Formación y Supervisión Clínica del SAPsi.
Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros

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AMIGOS

Tiempo, ¿para cuántos amigos?

La investigación ha demostrado que tener buenos amigos es un buen predictor de salud y de bienestar, tanto físico como emocional. Una experiencia de “amistad verdadera” es reconocida por la mayoría de las personas como algo realmente valioso, incluso más que otro tipo de relaciones significativas (familiares o de pareja) y en todo el mundo, se identifica como el factor que más felices nos hace.

Hoy vamos a conceptualizar la amistad de una manera muy práctica y cuantitativa.

¿Cuánto tiempo se necesita para hacer un amigo?

Si comparas el tiempo que pasas viendo la tele o similar, posiblemente sea algo mayor que el que pasas con personas. Los amigos no surgen de la nada, así que, si quieres tener un amigo (y mantener los que ya tienes), deberás dedicarle tiempo, dar prioridad a las relaciones humanas por encima de otras actividades. Sin duda, es una buena inversión.

En la revisión llevada a cabo por Hall (2019), se constata que el desarrollo de la amistad puede surgir con bastante rapidez, entre 3 y 9 semanas después de conocerse. Ahora bien, el paso del tiempo no va a ser suficiente; de hecho, es posible que conozcas desde hace años a alguien y no seáis amigos y sí surja la amistad con alguien que acabas de conocer. En el estudio que llevó a cabo con 429 participantes a los que preguntó cuánto tiempo habían pasado con un amigo en la última semana y en una semana típica, constató que las buenas amistades comienzan a surgir después de las 140 horas y que las mejores amistades necesitan más de 300 horas de tiempo invertidas.

¿Y qué hacemos con el tiempo?

Obviamente, la forma en la que se emplea ese tiempo es igualmente importante. Sabemos, por ejemplo, que las relaciones con compañeros de trabajo son mucho menos duraderas en comparación con otras relaciones (Mollenhorst et al, 2014).

Para las autoras Oswald y Kelly (2014) existen cuatro conductas clave que permiten mantener y consolidar una amistad: positividad, apoyo, apertura e interacción. La positividad englobaría conductas que hacen que la relación sea gratificante, agradable e incluso divertida; el apoyo implicaría conductas que demuestran que podemos contar el uno con el otro, especialmente en los momentos difíciles; la apertura estaría relacionada con la intimidad (contar al otro cosas importantes e íntimas) y la interacción se refiere a conductas en las que hacemos cosas juntos.

¿Cuántos amigos se pueden tener?

En relación con el número de amigos que podemos tener, merece la pena comentar el trabajo de Dunbar (1996, 2010) y su Hipótesis del Cerebro Social. Según este autor, existe un límite en el número de amigos que una persona puede tener que está asociado al tamaño del volumen de nuestra neocorteza cerebral. En su modelo, el concepto de amistad es más amplio y hace referencia al número de personas con las que podemos tener una relación más o menos íntima o cercana. Parece ser que nuestra neocorteza solo puede reconocer hasta 150 “amistades”, atendiendo a su capacidad para reconocer a la otra persona como un individuo único, recordar información sobre ella y de las interacciones que hemos mantenido previamente, así como comprender cómo están asociadas con otras personas. En la siguiente gráfica podemos ver cómo se distribuyen estas 150 personas según el nivel de intimidad con ellas.

En conclusión, parece ser que el tiempo y nuestra propia capacidad son determinantes a la hora de hacer nuevos amigos y/o consolidar las viejas amistades o las que acabamos de iniciar. Puesto que estamos limitados en estas dos variables, merecerá la pena encontrar relaciones positivas a las que dedicar todo nuestro esfuerzo. Recuerda que mantener y cuidar a los/as amigos/as es una de las cosas más importantes que podemos hacer en la vida.


Montse Giménez Hernández
Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros

Bibliografía:

Dunbar, R. (2010). How Many Friends Does One Person Need?: Dunbar’s Number and Other Evolutionary Quirks, Cambridge, MA and London, England: Harvard University Press, doi.org/10.4159/9780674059320

Hall, J. (2019). How many hours does it take to make a friend?. Journal of Social and Personal Relationships, 36 (4), 1278-1296

Mollenhorst G., Volker B., y Flap H. (2014). Changes in personal relationships: How social contexts affect the emergence and discontinuation of relationships. Social Networks, 37, 65–80. doi:10.1016/j.socnet.2013.12.003

Oswald, D.L. y Kelly, C (2014). Friendship Maintenance: an análisis of individual and dyad behaviors. Journal of Social and Clinical Psychology, 23 (3), 413-441.

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Día Mundial contra la depresión

Día Mundial contra la depresión

El 13 de enero se celebra el Día Mundial de la lucha contra la depresión, un problema que se estima afecta al 5% de los adultos de la población mundial, es decir, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión (OMS, 2023).

¿Qué es la depresión?

La depresión se asocia con la tristeza, la poca energía y la pérdida de placer o de interés por las actividades cotidianas e incluso, por las que antes resultaban agradables.

En cuanto al porqué, la depresión no puede explicarse con una única causa, ni hay un motivo que provoque siempre que una persona se deprima. Incluso situaciones muy adversas, como haber perdido tu casa en un terremoto, no conlleva necesariamente síntomas depresivos.

Sentirse triste durante algún momento del día o un período breve de tiempo, es algo completamente normal y adaptativo. La tristeza nos ayuda a bajar nuestro ritmo de actividad para pararnos a ver cómo van las cosas y valorar qué cambios podemos hacer para sentirnos mejor. También es normal que disminuya nuestro estado de ánimo si estamos pasando por un mal momento, tenemos una enfermedad grave o acabamos de perder a un ser querido.

Afrontar la depresión

El problema surge cuando ese estado de apatía y tristeza se prolonga en el tiempo y empieza a afectar a nuestros estudios/trabajo, a las relaciones con los demás o al tiempo de ocio y disfrute (como si ya nada nos pareciera interesante o no tuviéramos fuerzas). La desesperanza es otro de los síntomas característicos: cuando estamos deprimidos no le vemos sentido a lo que hacemos, le dejamos de dar valor a lo que somos y aportamos, como si nada en el mundo mereciera la pena. En ese momento, hay que dar un paso y buscar la ayuda de un profesional.

En este sentido, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado su eficacia en la superación de la depresión.

Prevención

También es importante que aprendamos a cuidarnos y a cuidar a otros, pues la prevención sigue siendo la mejor estrategia para luchar contra la depresión. Tanto si es para ti o para las personas que conoces o están a tu cargo (tus hijos, tu pareja, tus compañeros de trabajo…), te ofrecemos las siguientes pautas que contribuyen a mejorar tu estado de ánimo:

  • Mantente activo/a. Es importante hacer cosas, incorporando actividades que te gusten y te hagan sentir bien.
  • Cuida tu salud con una buena alimentación e incorpora ejercicio físico a tu rutina.
  • Aprende a resolver los problemas de una forma asertiva y a manejar el estrés (relajación, la actividad física, la meditación)
  • Fortalece tus relaciones con los demás. Contar con apoyo social es clave en el bienestar de las personas.

Ahora bien, no somos los únicos responsables de nuestro bienestar. Necesitamos de unas condiciones de vida que nos permitan desarrollarnos plenamente. Por eso, la sociedad debe seguir favoreciendo medidas que cuiden a las personas y que garanticen unas condiciones dignas de vida. Es mucho más fácil estar bien cuando nuestras necesidades están cubiertas.

Entender la depresión

Si no has experimentado una tristeza profunda, quizás te cueste entender a ese amigo o familiar que, sin motivo aparente, no encuentra sentido a su vida ni tiene ganas de hacer nada o se pasa el día llorando a pesar de “tener” todo lo que necesita. Ha llegado a un fondo del que siente no poder salir y no será fácil poder hacerlo solo/a. Hay que dar el paso y recurrir a profesionales que puedan ayudarnos.


Montse Giménez Hernández
Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros

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8 CONSEJOS PARA AFRONTAR LOS EXÁMENES SAPSI

8 consejos para alcanzar el éxito en los exámenes

Estamos llegando al final del primer cuatrimestre de este curso e inevitablemente cada vez está más cerca el período de exámenes. Ha llegado el momento de poner al día apuntes, leer manuales y organizar el tiempo de estudio, pero ¿es esto suficiente para alcanzar el éxito?

Desde el Servicio de Atención Psicológica del Centro Universitario Cardenal Cisneros te ofrecemos 8 consejos para ayudarte a enfrentarte a los exámenes con confianza y seguridad:

  1. Gestión del Estrés. La ansiedad previa a un examen es común, pero aprender a gestionarla es crucial. Practicar técnicas de respiración profunda, meditación y ejercicio físico puede reducir los niveles de estrés. Establecer rutinas de estudio regulares y tomar breves descansos evita la saturación mental.
  2. Establecer Metas Realistas. Fijar metas alcanzables es clave. Establecer objetivos realistas ayuda a evitar la desmotivación y el agotamiento. Dividir el material de estudio en secciones manejables permite un enfoque más efectivo y mejora la retención de información.
  3. Técnicas de Memorización. La repetición espaciada y la asociación de conceptos facilitan la memorización. Utilizar mapas conceptuales, resúmenes y mnemotecnia puede hacer que el proceso de estudio sea más efectivo y agradable.
  4. Visualización Positiva. Imaginar el éxito puede influir positivamente en el rendimiento. Antes del examen, tómate unos minutos para visualizarte respondiendo preguntas con confianza y precisión. Esto fortalece la autoestima y reduce la ansiedad.
  5. Manejo del Tiempo. La gestión del tiempo es esencial para evitar la sensación de abrumo. Establecer un horario de estudio equilibrado y respetarlo permite una distribución adecuada del esfuerzo. Evitar la procrastinación es clave para mantener la productividad y reducir el estrés de última hora.
  6. Compartir con Otros Estudiantes. El apoyo social es fundamental. Compartir experiencias y conocimientos con compañeros de estudio puede proporcionar perspectivas únicas y generar un ambiente de apoyo mutuo. La sensación de pertenencia a un grupo puede reducir la soledad y aumentar la motivación.
  7. Aprender de los Errores. Los errores son oportunidades de crecimiento. Analizar los errores en exámenes anteriores permite identificar áreas de mejora y perfeccionar estrategias de estudio. La autocompasión es esencial para mantener una mentalidad positiva.
  8. Cuidado Personal. No se puede subestimar la importancia del bienestar general. Mantener una buena dieta, dormir lo suficiente y dedicar tiempo a actividades recreativas son fundamentales para el rendimiento académico. El equilibrio entre el estudio y el descanso optimiza el funcionamiento cognitivo.

En conclusión, la preparación psicológica es una parte integral del proceso de estudio universitario. Adoptar estrategias que fortalezcan la resistencia, gestionen el estrés y fomenten el bienestar general puede marcar la diferencia en el rendimiento académico. Por eso, si eres estudiante, cultiva una mentalidad positiva que te permitan afrontar los exámenes con confianza y determinación.

Al igual que preguntamos a los seguidores de la cuenta de Instagram del SAPsi sobre las películas que les hacía sentir bien, en este caso hicimos lo mismo sobre sus “claves” para afrontar los exámenes y estas fueron algunas de las respuestas:

¡Ahora es el momento de poner todo esto en práctica! ¡Suerte con tus exámenes!


María Cordero Cid
Coordinadora de Formación y Supervisión Clínica del SAPsi.
Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros.

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EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN EN CONDUCTAS AUTOLESIVAS E IDEACIÓN SUICIDA EN JÓVENES - SEGUNDA PARTE

Segunda parte del curso para psicólogos/as: “Evaluación e intervención en conductas autolesivas e ideación suicida en jóvenes”

Durante el mes de noviembre, los participantes en la formación “Evaluación en conductas autolesivas e ideación suicida en jóvenes”, aprendimos el contexto en el que se desarrolla esta sintomatología. Algunas características como una baja tolerancia a la frustración, la ansiedad o la tristeza, la falta de herramientas para gestionar el estrés…, pueden llevar a que el joven se autolesione o piense en el suicidio como una manera de resolver sus problemas. La gravedad de algunas de estas conductas obliga a los profesionales de la psicología, y a la sociedad en general, a estar preparados para ayudar a estos jóvenes.

En esta segunda parte, después de haber tratado la evaluación, abordaremos las herramientas terapéuticas para diseñar y llevar a cabo un programa de intervención.

Organizado por el Centro Universitario Cardenal Cisneros en colaboración con el Servicio de Atención Psicológica Cardenal Cisneros este curso está dirigido a psicólogos/as sanitarios y estudiantes del Máster en Psicología General Sanitaria del propio centro con la intención de contribuir a su capacitación y mejora continua.

Metodología

El curso se realizará de manera presencial en el Centro Universitario Cardenal Cisneros. La metodología será eminentemente práctica, con introducciones teóricas y pautas concretas para afrontamiento y resolución de las dificultades más habituales, con exposición de ejemplos prácticos de casos reales.

  • Fechas de desarrollo:
    • 5 de febrero de 2024 de 9.00 h. a 12.00 h.
    • 12 de febrero de 2024 de 9.00 h. a 12.00 h.
    • 19 de febrero de 2024 de 9.00 h. a 13.00 h.

Ponente

La encargada de impartir esta formación será Lorena Fernández Nespereira, Doctora en Ciencias de la Salud por la Universidad de Alcalá y Psicóloga del Centro de Día de Apoyo y Soporte Social para personas con trastorno mental grave y persistente de Alcalá de henares (Grupo Exter, centro concertado dela Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid).

Inscripciones

El precio del curso es de 120 euros (90 euros para estudiantes que estén cursando actualmente el MPGS en el CUCC).

El coste para los estudiantes del Máster en Psicología General Sanitaria del CUCC es de 90 euros (escribir previamente a: atencionpsicologica@cardenalcisneros.es para recibir código de descuento).

Las inscripciones del primer módulo se realizan a través del siguiente ENLACE.

Descargar folleto informativo

Más información

atencionpsicologica@cardenalcisneros.es

A través del cine podemos experimentar emociones positivas que nos permitan afrontar las dificultades y mejorar nuestro bienestar

¿Qué película te hace sentir bien?

El cine nos ofrece la posibilidad de adentrarnos en otros mundos y en otras vidas; experimentar miedo o alegría; conocer, en profundidad, las emociones, motivaciones y pensamientos de otras personas, con las que podemos identificarnos o, simplemente adentrarnos en nuestra propia complejidad (o en la de otros).

Ninguno de nosotros podría experimentar, en su propia vida, todas las vidas que nos ofrece el cine.

La Psicología sabe mucho sobre emociones. Barbra Fredickson (1998, 2001), desde su Modelo de Ampliación y Construcción de Emociones Positivas, nos habla del poder de las emociones positivas y cómo estás nos permiten ampliar y abrirnos a nuevas posibilidades e ideas, mejorar nuestras relaciones sociales, contribuir a nuestra salud mental y física… Se va construyendo algo así como un “círculo virtuoso” en el que emociones positivas y conductas adaptativas, se refuerzan mutuamente con el fin de contribuir a nuestro bienestar y construir “reservas” que podremos utilizar en el caso de tener que hacer frente a alguna crisis. En este sentido, ¿puede tener el cine un impacto en la ampliación de nuestras emociones positivas?

El término “elevación” es especialmente interesante. Acuñado por Jonathan Haidt (2000), lo han utilizado después Ryan Niemic y Danny Wedding (2012) para relacionarlo con el cine, denominando a este fenómeno: “experiencia de elevación cinematográfica”.

¿En qué se traduce? En esa experiencia que nos proporciona una película cuando nos permite ser testigos de un acto bello (por valentía, humanidad o superación de alguno de los personajes), que nos motiva y produce cambios en nuestra propia forma de pensar ver la vida y que nos provoca algunas sensaciones físicas como opresión en el pecho, “hormigueo”o estremecimiento en la piel. En diversas investigaciones, Haidt y sus colaboradores encuentran que, además, las personas que experimentaban “elevación” manifestaban mayor deseo de ayudar a los demás o ser mejores, y a centrar más su atención hacia otras personas (2000).

¿Alguna vez te ha provocado una película alguna de estas reacciones?

Le hemos preguntado a nuestros estudiantes a través de nuestra cuenta de Instagram, qué película les hace sentir bien; así, sin más. No les hemos pedido que nos expliquen por qué. Ahora compartimos sus preferencias para seguir disfrutando de estas películas: descubrir si nos “elevan”, nos relajan, nos motivan, nos conectan…

Entre los ejemplos, destacan las películas animadas como “El viaje de Arlo”, “Inside Out”, “Monstruos” o “Cars”, los musicales como “Mamma mía” o “The greatest showman”, o películas como “Intocables” y “En busca de la felicidad”. Las relaciones humanas que resaltan la amistad o el amor; los valores de superación, compañerismo o tolerancia y la provocación de emociones positivas como la alegría o el entusiasmo, podrían ser algunos de los elementos comunes que nos hacen sentirnos bien.

En resumen, merece la pena permitir que el cine nos ayude a fortalecer nuestras emociones positivas, de manera que podamos entendernos mejor a nosotros/as mismos/as y a los demás, fortalecer nuestras cualidades y disfrutar un poco más de la vida.

Si quieres profundizar en el concepto de “elevación” asociado al cine, aquí encontrarás una entrada muy interesante. https://jaimeburque.com/blog/elevarse-en-el-cine/


Montse Giménez Hernández
Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros

Bibliografía:

Fortunato, I. y Swartz, G. (2019). Cinema, Psicología Positiva e resiliênce: uma revisão sistemática. Interfaces Científicas Humanas e Sociais, 8(2), 83-98.

Fredrickson, B. L. (1998). What good are positive emotions? Review of General Psychology, 2 (3), 300-319.

Fredrickson, B. L. (2003). The value of positive emotions. American Scientist, 91, 330-335

Haidt, J. (2000). The Positive emotion of elevation. Prevention & Treatment, 3(1), Article 3c. 

Haidt, J. (2003). Elevation and the positive psychology of morality. En C. L. M. Keyes & J. Haidt (Eds.). Flourishing: Positive psychology and the life well-lived. Washington DC: American Psychological Association.

Niemic, R.M., y Wedding, D. (2012). Psicología Positiva dos Filmes: usando filmes para construir virtudes e características fortes. Barueri: Novo Século.

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