Si tienes dificultades para aceptar la adversidad, si no logras lo que deseas y te cuesta aceptarlo, si quieres conseguirlo todo ya y eres incapaz de esperar, si te enfadas con todos y con todo cuando no consigues lo que quieres… es posible que tengas un problema de tolerancia a la frustración.
¡Yo me lo merezco!
Debemos tener claro que por mucho que nos esforcemos o por mucho que nos lo merezcamos, en la vida no siempre conseguimos lo que deseamos.
Aceptar que nos pueden decir que no (y, a veces, nos deben decir que no), que no nos van a coger para ese puesto de trabajo o para salir en Masterchef, o que alguien que conoces no quiere salir contigo, se convierte en algo imprescindible si queremos mantener unos niveles adecuados de satisfacción con la vida y con nosotros mismos.
En muchas ocasiones, lo queremos todo y lo queremos ya. Sentimos que tenemos derecho a recibir continuamente, a ser los primeros, a no tener que esperar e incluso, a enfadarnos de forma incontrolada cuando esto no sucede así.
En esta dinámica en la que los hechos cotidianos se convierten en fuente de estrés continua y mantenida, es normal que surja la frustración. Y es que, por más que te pese, la vida no es lo que tú quieres.
Lo peor de todo es que esta frustración constante puede generarte problemas en tu salud física y psicológica, dificultades en tus relaciones sociales, en tu rendimiento profesional y académico, etc.
Así que ya sabes:
- Acepta el NO. De verdad: los demás no van en contra tuya. Hay normas que te impiden aparcar donde tú quieres, un número determinado de concursantes para Masterchef y personas que no están enamoradas de ti (y otras que sí).
- Relativiza las situaciones. Es importante que no conviertas cualquier situación en una fuente de estrés. Da el justo valor a cada situación que vives.
- Evita el victimismo. A los demás también les dicen que no, tienen que cumplir normas y no consiguen lo que quieren.
- Controla tus emociones. Poco a poco, aprende identificar tus emociones cuando las cosas no van como tú quieres: ira, tristeza, enfado… Ponles nombre, acepta lo que sientes, dale un significado adaptativo.
- Retrasa la gratificación. No esperes conseguir ya, aquí y ahora, lo que necesita tiempo o esfuerzo.
- Fomenta una actitud positiva y optimista ante los cambios: convierte la dificultad en una oportunidad para superarte, hacer nuevos amigos o descubrir otros intereses.
- Acepta que la vida tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas.
Y recuerda, un “NO” no te quita valor.
Algunos recursos
- Si tienes menores a tu cargo, puede interesarte la guía de “Claves prácticas para fomentar el autocontrol y la tolerancia a la frustración en los hijos e hijas” publicado por CEAPA (2019) disponible en: https://pnsd.sanidad.gob.es/noticiasEventos/actualidad/2019_Actualidadpublica/pdf/2019_CEAPA_Claves_practicas_autocontrol.pdf
- Si eres profesional y quieres ayudar a jóvenes en situaciones difíciles, puede interesarte esta formación: https://atencionpsicologica.cardenalcisneros.es/segunda-parte-del-curso-para-psicologos-as-evaluacion-e-intervencion-en-conductas-autolesivas-e-ideacion-suicida-en-jovenes/
Montse Giménez Hernández
Psicóloga y PDI del Centro Universitario Cardenal Cisneros