¿Cómo ayudar a un adolescente con distimia?

La adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo de las personas ya que durante esta etapa se experimentan importantes cambios físicos, hormonales y cognitivos que pueden generar una amplia gama de emociones y desafíos a nivel emocional. Para algunos adolescentes, estos desafíos pueden ocasionar alteraciones en el estado de ánimo las cuales pueden aparecer en forma de distimia, definida como un trastorno del estado de ánimo crónico que se caracteriza por una persistente sensación de tristeza y falta de interés en las actividades diarias. Aunque la distimia a menudo pasa desapercibida debido a su naturaleza menos intensa, no debe subestimarse, ya que puede tener un impacto significativo en la vida de los adolescentes.

¿Cómo saber si mi hijo/a adolescente tiene distimia?

Uno de los síntomas principales es la presencia de una sensación de tristeza, desesperanza y vacío durante la mayor parte del día, la mayoría de los días, durante al menos un año. Además, esta sensación suele venir acompañada de:

  • Baja autoestima: Sentimientos persistentes de inferioridad, falta de confianza en sí mismo y una visión negativa de sí mismo.
  • Pérdida de interés y placer: Pérdida de interés en actividades que antes disfrutabas y una disminución general en la capacidad de experimentar placer.
  • Cambios en el apetito: Ya sea una disminución o aumento del apetito, que puede conducir a cambios de peso significativos.
  • Problemas de sueño: Insomnio (dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido) o hipersomnia (exceso de sueño) de manera recurrente.
  • Fatiga o falta de energía: Sentirse constantemente cansado, sin energía y con falta de motivación para realizar actividades cotidianas.
  • Dificultades cognitivas: Dificultad para concentrarse, tomar decisiones y tener una memoria deficiente.
  • Aislamiento social: Retraimiento social, evitando actividades sociales y disminución de la interacción con amigos y seres queridos.
  • Irritabilidad: Sentirse fácilmente molesto, irritable o tener cambios de humor frecuentes.

¿Qué causa la distimia?

Las causas de este trastorno durante la adolescencia son multifactoriales y pueden incluir factores biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales. Los adolescentes con antecedentes familiares de depresión tienen un mayor riesgo de desarrollar distimia. Además, los desafíos típicos de la adolescencia, como los cambios hormonales, la presión académica y la búsqueda de identidad, pueden contribuir a su desarrollo. El estrés crónico, los eventos traumáticos y la falta de apoyo social también pueden desempeñar un papel importante en su aparición.

¿Qué debo hacer para ayudar a mi hijo/a?

Si sospechas que tu hijo/a adolescente está experimentando distimia, es importante que busques ayuda profesional para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento individualizado. Además, a continuación, comentamos algunas sugerencias que pueden ayudarle a sentirse mejor.

  • Comunícate y muestra apoyo: Fomenta una comunicación abierta y comprensiva con tu hijo. Anímalo a expresar sus sentimientos y escúchalo sin juzgar. Hazle saber que estás allí para apoyarlo.
  • Promueve un entorno de apoyo: Ayúdale a construir y mantener relaciones sociales positivas. Anímalo a participar en actividades que le interesen y donde pueda relacionarse con otros jóvenes. Establecer una red de apoyo social puede ser beneficioso para su bienestar emocional.
  • Ten paciencia y sé comprensivo: La distimia puede ser un trastorno crónico, y la recuperación puede llevar tiempo. Ten paciencia con tu hijo/a y sé comprensivo con sus altibajos emocionales. Brinda apoyo incondicional y muestra empatía durante su proceso de tratamiento.

Es importante tener en cuenta que la distimia es un trastorno complejo en el que intervienen muchos factores. No todos los adolescentes que enfrentan desafíos emocionales desarrollarán distimia, y no todas las personas con distimia han experimentado desafíos emocionales durante su adolescencia. Si un adolescente presenta síntomas depresivos persistentes, es fundamental buscar ayuda profesional especializada en salud mental. El diagnóstico y tratamiento adecuados pueden marcar una diferencia significativa en la calidad de vida y el bienestar emocional del adolescente afectado.

Bibliografía

Alfano, C. A., & Beidel, D. C. (Eds.). (2020). Comprehensive Evidence-Based Interventions for Children and Adolescents (2nd ed.).

Garber, J., Weiss, B., & Shanley, N. (2021). Distimia and Other Depressive Disorders. In R. T. Ammerman, M. Hersen, & D. K. Last (Eds.), Handbook of Prescriptive Treatments for Children and Adolescents (4th ed., pp. 273-303).

Fotografía de Freepik

Comparte en tu: