¿Qué hacemos los psicólogos en una consulta de psicología? ¿En qué consiste ir al psicólogo? ¿Cómo ayudamos a las personas cuando acuden a terapia?

“Para que una persona acuda al psicólogo ha de darse un problema psicológico en un momento dado y la persona tiene que querer resolverlo”. 

A este respecto, podemos afirmar que la práctica totalidad de los problemas psicológicos son APRENDIDOS, ya que no existe una causa orgánica que lo origine con un conjunto de síntomas específicos que se manifiesten, a diferencia de lo que puede ocurrir, por ejemplo, con un virus. Lo que existe es un conjunto de comportamientos desadaptativos que nos hacen sentir mal. Es decir, las personas nos relacionamos con el mundo que nos rodea y fruto de esta interacción, se produce insatisfacción o malestar.


Por otro lado, cualquier “problema psicológico” es único para cada individuo, por lo que para poder ayudar a una persona, es necesario un trabajo coordinado y conjunto entre el psicólogo y la persona que demanda ayuda, con el objetivo de dotarla de las herramientas necesarias con las que aprenda a manejar las situaciones problemáticas a corto, medio y largo plazo.

Un psicólogo, por lo tanto, es un profesional de la salud cuyo objetivo es “ayudar a personas que estén atravesando alguna situación que les esté ocasionando algún tipo de malestar o problema en su vida diaria”.


Este tipo de malestar, problema o situación susceptible de ser mejorada es fruto de la interacción entre la persona y el ambiente en el que ésta se desenvuelve.


Así pues, los psicólogos, analizamos las conductas y comportamientos, entendiendo estos como aquello que afecta a la persona en su totalidad, a su forma de sentir, de pensar o de relacionarse con el mundo que le rodea y enseñamos nuevos recursos psicológicos con los que manejar estas situaciones.


“La mejor forma de predecir una conducta o un comportamiento futuro es una conducta pasada”.


Partiendo de estas premisas, cualquier tratamiento psicológico se inicia con la Fase de Evaluación. Ésta consta de una evaluación psicológica individualizada, a través de la cual obtenemos datos de la vida o de la demanda de la persona con el objetivo de establecer la línea base que nos permitirá comprobar los cambios que se vayan produciendo a lo largo del tratamiento.

Una vez recogida esta información, establecemos las hipótesis de los motivos por los que la persona se encuentra, se siente o actúa de una manera determinada. A esta explicación funcional se le denomina Análisis funcional del problema. Esta hipótesis, totalmente personalizada a cada caso en particular, nos permite fijar tanto los objetivos, en consonancia con el cliente, como las técnicas de intervención que se emplearán durante el tratamiento. Estas técnicas están avaladas científicamente ya que parten de la psicología del aprendizaje y tienen como base las leyes de aprendizaje universales.


Tras la fase de evaluación, comenzamos la Fase de tratamiento en la cual, la persona toma parte activa, puesto que pone en marcha las técnicas, en primera instancia con ayuda del psicólogo, para posteriormente pasar a desenvolverse por sí mismo en su vida diaria.


A medida que la persona avanza hacia los objetivos fijados, las sesiones se van espaciando, iniciándose así la Fase de seguimiento, en la que tanto psicólogo como cliente, comprueban cómo se mantienen los resultados alcanzados.

Francisco Linares Carmona 
M-25972 

Servicio de Atención Psicológica del Centro Universitario Cardenal Cisneros (SAPsi-CUCC) 

Bibliografía:

Parga, M. X. F., & Santacreu, J. (1999). Qué es un tratamiento psicológico

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